¡El futuro es ahora!

Primer Domingo de Adviento: 28 Noviembre 2021

Textos Bíblicos: Jeremías 33:14-16 | Salmo 25:4-5,8-9,10,14 | 1 Tesalonicenses 3:12-4:2 | Lucas 21:25-28,34-36

Viejo y Nuevo

En muchas ocasiones el mensaje del Antiguo Testamento parece ser más oscuro y severo que el del Nuevo Testamento. Solo podemos comprender correctamente el Antiguo Testamento a la luz del Nuevo, con el mensaje de Jesús como guía. Pero en las lecturas bíblicas del primer domingo de Adviento ocurre lo contrario: el profeta Jeremías nos habla de la promesa de esperanza de Dios para un futuro mejor (Jer 33: 14-16), mientras que Jesús habla de tiempos apocalípticos con angustia, confusión y rugido. (Lc 21, 25-28,34-36). ¿Qué nos está diciendo Dios aquí?

Justo

La frase central del texto de Jeremías es la promesa de Dios: “Suscitaré a David un retoño legítimo”. Entonces, ¿qué significa esto? Jeremías usa términos bíblicos para formular un anuncio temprano de Adviento del nacimiento de Jesús. El rey David se encuentra entre los reyes más importantes del Antiguo Testamento. Fue elegido por Dios y ungido rey por el profeta Samuel. Pero David no estuvo exento de culpa, no siempre fue “justo”. Esa palabra “justo” se repite varias veces en este breve texto. Una persona justa actúa de una manera moralmente buena y correcta de acuerdo con las leyes de Dios. Así que es una de las cualidades de los santos, que intentaron hacer todo por amor a Dios y a las personas que los rodeaban. ¡Nosotros también estamos llamados a vivir “justamente”!

Familia

La profecía es que “un nuevo retoño” brotará del árbol genealógico de David. En otras palabras, se anuncia el nacimiento de un descendiente del rey David, verdaderamente justo. Este descendiente no es solo un ser humano común. Su nombre es “El Señor es nuestra salvación”, por lo que es igual al mismo Dios. ¡Probablemente puedas adivinar que Jeremías no habla de nadie más que de Jesús! En el Evangelio, Jesús es llamado el “Hijo del Hombre”: es en verdad el hijo de un ser humano, María. Pero Jesús también es el Hijo de Dios, dado a la humanidad. En el Evangelio de Mateo escuchamos cómo Jesús nace como descendiente de David (Mt 1: 1). Esa es la “primera venida” de Jesús a la tierra. En su predicación, el mismo Jesús anunció que vendría por segunda vez, al fin del mundo.

¿Cuándo?

Si tuviéramos la oportunidad, la mayoría de nosotros aprovecharíamos inmediatamente la oportunidad de echar un vistazo al futuro. Todos tenemos curiosidad por saber qué sucederá. ¿Se nos da tal anticipo en el evangelio de Lucas? Jesús anuncia las señales que acompañarán el fin del mundo actual. Este fin marcará el comienzo de un orden nuevo y eterno, gobernado directamente por Dios. ¡Las señales que Jesús describe se parecen mucho a los desastres naturales y la angustia entre las naciones que escuchamos en las noticias diarias! Entonces, ¿significa esto que el fin de los tiempos está cerca? La respuesta corta es que no lo sabemos. Jesús dijo que nadie sabe cuándo será el fin, ni siquiera el Hijo, sino sólo el Padre (Mc 13,32). En lugar de preocuparnos si estos eventos están cerca, es mejor que nos aseguremos de estar listos cuando llegue el final.

Caridad

El mensaje esencial de este texto evangelio no es solo que Jesús vendrá pronto, sino también que entonces “estaremos delante de él”, por lo que es mejor que estemos preparados. Quizás recuerdes que, en el evangelio de Mateo, Jesús habla del fin de los tiempos como un juicio, una separación entre lo bueno y lo malo (Mt 25: 31-32). Y cómo a los buenos se les da un gran futuro con él en el cielo. Ser buenos significa que amamos a otras personas como Dios nos ama a nosotros (1Tes. 3:12). Más aún: cualquier cosa que hagamos por otro ser humano sin pedir nada a cambio, ¡lo hacemos por el mismo Jesús! Él es nuestro prójimo, como se puede leer en el libro Tu prójimo es DIOS.

¿Cómo?

No sabemos cuándo vendrá Jesús por segunda vez, pero sabemos que sucederá algún día, ¡tal vez incluso mañana o la próxima semana! La temporada de Adviento quiere ayudarnos a estar preparados, cuando llegue ese momento.

Mantente activo y alerta

Jesús nos llama a un estilo de vida activo, en el que somos conscientes de nuestro entorno y de la presencia de Dios al mismo tiempo. Estamos llamados a estar en guardia, a estar alerta: eso significa que no debemos vivir solo para los placeres sensuales, que son temporales y pueden volvernos egoístas. Cuando estamos borrachos por la bebida o el deseo, no podemos estar alerta. Por lo tanto, en esta temporada de Adviento, es mejor si decides comer y beber menos para que esto te ayude a mantenerte alerta. O puedes optar en dedicar menos tiempo a los juegos, la televisión, las redes sociales… Al mismo tiempo, trata de no dejar que tus preocupaciones y problemas se apoderen de ti: estos también pueden encerrarte en ti mismo. En cambio, trata de ver en todo momento que Jesús es siempre más grande que tus problemas. Una vez que estés activo y alerta, podrás ver mejor las necesidades de tu vecino y podrás ayudarlo. Una renovada atención a la caridad te ayudará a vivir este tiempo de Adviento. Echa un vistazo a la Pregunta 1 de Tu prójimo es DIOS.

Escucha a Dios

No podemos estar alerta y activos sin la ayuda de la gracia de Dios. Por eso es importante orar y pedirle fuerza para evitar el pecado y la autocomplacencia. Tu objetivo como cristiano es que en el último día puedas estar delante de Jesús con la cabeza en alto, para que tú también seas llamado “justo”. No hay forma de que podamos llegar allí por nuestra cuenta. Escuchar lo que Dios quiere decirle a través de los textos de la Biblia es de gran ayuda. En esta temporada de Adviento, dedica tiempo a contemplar la Palabra de Dios, la Biblia. Jesús dice: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Lc 21, 33). Dios te está hablando hoy a través de los textos bíblicos que contemplamos brevemente aquí. Ahora tómate un tiempo para orar y trata de escuchar su Palabra por ti mismo. Empieza siempre por invitarlo a tu vida y pídele que te enseñe sus caminos (Sal 25: 4). Si necesitas ayuda, consulta nuestro esquema para orar con un texto bíblico [> enlace] en el apéndice de los libros Tuiteando con DIOS o En línea con los Santos.